Raqch’i – El templo del dios creador Wiracocha

Templo de Wiracocha: es la estructura más destacada y única en su tipo. Tiene 92 metros de largo y 25 metros de ancho, con muros de piedra en la base y adobe en la parte superior. La pared central, de casi 12 metros de altura, está dividida por columnas que alguna vez sostuvieron un techo monumental, considerado el más alto del mundo inca.

Recintos y almacenes (qollqas): más de 150 construcciones circulares que servían para almacenar granos, papas, maíz y otros alimentos, evidencia de la función administrativa del lugar.

Zona urbana y plazas: se conservan restos de viviendas, calles y espacios comunales que formaban parte de una ciudad planificada.

Murallas defensivas: un extenso muro perimetral de piedra que protegía el sitio sagrado, lo que indica su importancia estratégica y religiosa.

Artesanías locales: en la entrada del complejo, los pobladores venden cerámicas y tejidos hechos a mano, perfectos recuerdos de tu visita.

Desde Cusco:

• En auto o tour guiado: trayecto de 2 horas y 30 minutos, pasando por Urcos y Sicuani.
• En bus público: hay buses diarios hacia Sicuani que hacen parada en Raqchi (empresa Flores, Cruz del Sur o Tepsa).
• En tren Cusco–Puno: algunos servicios turísticos incluyen una parada panorámica cerca del sitio.

De abril a octubre, durante la estación seca, cuando el clima es más estable y las vistas de los Andes son espectaculares.

Lleva abrigo ligero, ya que la zona puede ser ventosa.

Dedica al menos 1 hora y media para recorrer todo el complejo con calma.

Es ideal combinarlo con una visita a Andahuaylillas (la Capilla Sixtina de América) o Piquillacta en un tour por el Valle Sur.

No olvides probar un choclo con queso o una trucha frita en los restaurantes locales.

El Templo de Wiracocha es el único en todo el Tawantinsuyo que tiene una pared central de esta magnitud, sostenida por hileras de columnas. Según los cronistas, Wiracocha fue el dios que creó el cielo, el sol, la luna y a los primeros hombres, y este templo fue edificado en su honor tras su paso por la zona. Muchos visitantes afirman sentir una energía espiritual intensa en el lugar, especialmente al mediodía, cuando el sol ilumina el muro principal.